Las pensiones a los jubilados las paga la Seguridad Social con el dinero que recauda de las cuotas de los trabajadores en activo.
La suma de todo lo pagado cada año a los pensionistas debe ajustarse aproximadamente a lo recaudado.
Únicamente con el objetivo de simplificar el razonamiento, podemos considerar que en el cálculo del importe de las pensiones intervienen tres variables que hay que ajustar entre sí:
- El importe total recaudado
- El número total de pensionistas
- El importe medio de la pensión de cada pensionista
El número total de pensionistas es la suma del número de pensionistas del año anterior menos los fallecidos más los nuevos jubilados del último año. Como la esperanza de vida aumenta, el número total de pensionistas tiende a aumentar.
El importe medio de la pensión se calcula en función del importe medio del año anterior ponderado con el importe medio de los nuevos jubilados, que depende, en los cálculos actuales, de lo que hayan cotizado en los últimos años.
El Gobierno puede intervenir en la primera variable de forma indirecta mediante una política económica que cree empleo. La influencia del gobierno en sobre esta variable es limitada a corto plazo, y moderada en el medio y largo plazo.
Por otro lado, en este terreno el Gobierno se enfrenta a la reducción constante de la cantidad de empleo necesaria para producir riqueza, gracias al progreso tecnológico, por lo que se ve obligado a conseguir un crecimiento económico mínimo para mantener el nivel de empleo constante, y alcanzar ritmos de crecimiento muy elevados para poder aumentar el nivel de empleo.
En la segunda variable, el Gobierno únicamente puede intervenir reduciendo el número de nuevos jubilados, para lo cual debe retrasar la edad de jubilación, tanto de los jubilados "ordinarios", como de los "prejubilados". El problema de esto es que no se liberan sus puestos de trabajo para ser ocupados por otros trabajadores más jóvenes, con lo que aumenta el paro y las necesidades de proporcionar a esos parados recursos para subsistir.
En la tercera variable, el Gobierno puede intervenir cambiando las reglas para calcular el importe de las pensiones (por ejemplo, aumentando el número de años que se toman como referencia para dicho cálculo)
El Gobierno debe mantener el equilibrio de las cuentas de la Seguridad Social de modo permanente. Para ello, debe ir modulando las tres variables anteriores, manteniendo al mismo tiempo un fondo de reserva que permita disponer de recursos para pagar las pensiones en los años de crisis en los que desciende la recaudación. En consecuencia, como regla general, el total pagado a los pensionistas cada año debe ser igual o inferior a lo recaudado.
En ocasiones se producen fenómenos excepcionales que cambian de modo significativo una de las variables.
La llegada masiva de inmigrantes a España en los últimos años ha aliviado el problema temporalmente porque ha aumentado de forma significativa el número de trabajadores sin aumentar en la misma proporción el número de pensionistas. Únicamente han venido trabajadores inmigrantes, los pensionistas se han quedado en su país.
Sin embargo, esta situación tiene un límite. España no puede absorber un número creciente de inmigrantes de modo permanente, y los inmigrantes que llegan hoy, van acumulando derechos a su pensión que ejercerán dentro de unos años cuando se jubilen.
El Gobierno, al tener un mandato de sólo 4 años, podría caer en la tentación de no tomar en cuenta la necesidad de asegurar las pensiones a largo plazo.
Pero, desde que todos los partidos y agentes sociales firmaron el pacto de Toledo, hace ya muchos años, todos los gobiernos de España se han preocupado de este asunto, aunque ninguno, hasta ahora ha tomado medidas concretas por su impopularidad.
El Gobierno del PSOE se anticipa al problema del sistema de pensiones, que se presentará dentro de diez o veinte años. El problema parte de la constatación de que si mantenemos las reglas actuales, el importe recaudado de las cotizaciones de los trabajadores no será suficiente para pagar las pensiones de los jubilados. Es necesario hacer algo, ya sea para aumentar la cantidad recaudada o para disminuir la cantidad pagada a los pensionistas.
Como no es realista pensar que se puede aumentar la cantidad recaudada, porque para ello habría que aumentar el importe de lo que cotiza cada trabajador o el número de trabajadores, ambas cosas difícilmente al alcance de los gobernantes, la solución propuesta consiste en reducir el importe pagado a los pensionistas con las mediante dos medidas:
- Retrasar la jubilación en dos años, con lo que reducen el número de pensionistas en una cantidad igual al de personas que se jubilan durante dos años.
- Aumentar el número de años que se tomarán como base para calcular el importe medio de la mensualidad que percibirá cada trabajador, con lo que se reducirá el importe medio percibido por los pensionistas.
Estando de acuerdo con la necesidad de actuar, y de hacerlo ya, yo creo que hay que buscar otros procedimientos. En particular, no creo que el retraso en la edad de la jubilación tal como se ha propuesto sea la solución adecuada.
Es evidente que la medida de retrasar la edad de jubilación no va a aumentar el número de trabajadores, porque dicho número depende de las necesidades de la economía, que a su vez dependen del PIB (la cantidad total de riqueza producida) y de la productividad (la cantidad de empleos que se necesitan para producir cada unidad de riqueza).
El retraso propuesto no tiene ningún efecto significativo en las dos variables citadas. En consecuencia, si se mantiene el número de trabajadores, el retraso en la jubilación supondrá un aumento del número de parados. Esto tendría un efecto negativo en las expectativas laborales de los ciudadanos españoles y probablemente en la productividad puesto que se sustraería del mercado de trabajo a las personas que se encuentran en el momento más eficaz de su vida.
En definitiva el resultado de la medida propuesta, es como si se desplazara dos años hacia arriba la edad de incorporación al trabajo, dejando dos años vacíos entre la edad de finalización de los estudios y la de la incorporación al trabajo.
No se puede tomar una medida de ese calado sin proponer una alternativa para llenar esos dos años.
Me parece muy positivo que el Gobierno haya tomado la iniciativa para lanzar el debate.
Es difícil encontrar medidas alternativas con un efecto similar a las propuestas por el Gobierno.
Todas las fuerzas políticas, así como los agentes sociales, deberían estar esudiando sus propias propuestas con el fín de encontrar entre todos las que resulten mejores, en lugar de limitarse a criticar las del Gobierno sin más.
Por mi parte, propondría una alternativa basada en un conjunto de medidas complementarias entre sí:
- Establecer durante los años previos a la jubilación una reducción paulatina de la jornada laboral acompañada de la correspondiente reducción de los ingresos, manteniendo éstos en cualquier caso por encima de la correspondiente pensión de jubilación que correspondería al trabajador.
- Establecer, en la misma medida, la posibilidad de contratar a tiempo parcial a trabajadores que necesiten compaginar su vida laboral y su vida personal. Por ejemplo, trabajadores con hijos pequeños, o que estén realizando algún tipo de estudios. Dependiendo de las motivos y la situación de cada uno, el Estado podría complementar los menores ingresos de dichos trabajadores con aportaciones en función de los hijos, etc.
- Reducir progresivamente la jornada laboral para absorber el incremento de la productividad como consecuencia de los avances tecnológicos.
- Si las medidas anteriores nos acercan a una situación de pleno empleo, proponer, entonces sí, la prolongación de la vida laboral, estudiando los sectores en los que ello fuera viable.
Se trata, evidentemente de unas pocas ideas insuficientemente desarrolladas en sus detalles e impacto sobre el sistema de pensiones, pero considero que son útiles como punto de partida para este transcendental debate al que todos deberíamos aportar nuestro grano de arena.
Si el debate se desarrolla en nuestra sociedad, estoy convencido de que volveré a escribir sobre el tema aportando nuevas ideas sobre la base de lo que entre todos vayamos construyendo.
Bernardo, has liquidado muy rápido la posibilidad de que cada trabajador aporte un poco más, es decir, que suban lo necesario para ajustar el balance mencionado las cotizaciones a la SS del trabajador. Claro que es impopular, pero no menos que alargar la edad de jubilación como está proponiendo ahora el Gobierno.
ResponderEliminarUn abrazo
Se ve que de esto ni papa no?
ResponderEliminarVeamos:
Un trabajador medio gana aproximadamente unos 1200 euros netos al mes. Teniendo en cuenta que la gente joven (los que van a pagar las pensiones de mañana) se ha metido en pisos que van mas alla de su jubilacion y que las cuotas les comen el 40% de los ingresos netos, en que cabeza cabe que se puedan reducir la jornada (y por ello el sueldo)?
Es mas, las nuevas generaciones tendran la necesidad de sueldos de jornada completa y no "un cacho de tarta" como tu propones.
No creo que la solucion sea repartir el trabajo, es mas, no es que no lo crea es que es una solemne tonteria.
Reducimos gastos?
-Empezemos por las autonomias, que tenemos entre consejeros, presidentes y "amigos" una barbaridad de puestos que no son productivos.
-Bajemos los sueldos de los politicos, o al menos que solo puedan cobrar 1.
-Pongamos la obligacion de declaraciones de patrimonio a nuestros gobernantes, y el que "robe" a la carcel, de por vida.
-Revisemos a fondo las instituciones y hagamos el funcionariado "rentable" o al menos eficaz.
-Eliminemos la pension de los gobernantes (de por vida) que no se ganan ni de cerca con 8 años.
-Incentivemos el I+D.
-España es el pais con mas sol de la CEE, aprovechemos eso para crear energia (y puestos de trabajo con ello)
-España tiene +km de costa que muchos otros paises de la CEE, lo mismo que el anterior.
-Motivemos el trabajo, con sueldos justos y acordes a la vida real.
-Y castiguemos contundentemente a vividores, politicos corruptos y demas calaña, QUITANDOLES TODO lo que puedan tener, ellos y familiares.
Mira, mejor te propongo otro sistema. Creemos un sistema informatico inviolable que permita a TODOS los españoles opinar y proponer leyes, desde donde a de ir colocada una farola en su barrio hasta a que edad se jubilan los profesores, desde un sistema que permita por calle, barrio, ciudad, autonomia y pais aprovar mediante voto unico (uno por ciudadano) cada una de las leyes y/o acciones a tomar. Eliminemos el gobernante como figura estable y proponganmos gobernantes de 1 mes al igual que se hace en una comunidad de vecinos, hagamos as u vez grupos de control (con el mismo sistema que el anterior) para revisar las cuentas en cada momento y que estos puestos no sean un metodo para vivir del cuento sino un trabajo extra NO REMUNERADO y OBLIGATORIO bajo penas gordas. Convirtamos a el pueblo en su voz, voto y gobierno en vez de elegir a sinverguenzas para esos puestos. Y empezemos por una revolucion a la "francesa" con guillotina y todo para desquitarnos de tanto mamoneo..
No es socialista lo que propongo?? Mucho mas de lo que sera el psoe temome yo.
Santi Garcia: Tienes razón, la alternativa de aumentar la cuota a los trabajadores en activo también es una solución desde el punto de vista aritmético.
ResponderEliminarNo la he desarrollado porque parece difícil aumentar un impuesto que grava directamente el trabajo. Es una medida que, al aumentar el coste del trabajo desincentiva la creación de empleo, por lo que su efecto negativo podría ser mayor que el beneficio buscado.
Estoy de acuerdo en que es preciso aumentar los impuestos en España, y lo he defendido en varios artículos anteriores aquí y también aquí y aquí Pero creo que sería más eficaz, y también más justo, aumentar otros impuestos, a ser posible más directos y proporcionales, como el IRPF, por ejemplo, siempre después de corregir, aunque sea parcialmente, el fraude fiscal existente.
Gracias por tu comentario
XD: eso que propones ya lo hicimos los españoles hace años, y salió la Constitución Española actual.
ResponderEliminarNo creo que rehacer el ejercicio nos diera un resultado muy distinto, y dudo mucho que pudiera ser mejor salvo en algunos detalles de mediana transcendencia.
Cuando opino sobre algo trato de poner la racionalidad y el sentido común en primer lugar, incluso por encima de los conocimientos técnicos profundos sobre el tema en cuestión (salvo que me esté dirigiendo a un experto de mi mismo nivel o superior)
Lo que no hago, y huyo de esa tendencia como de la peste, es construir mis razonamientos desde el odio y el fanatismo.
Me parece ver una buena proporción del primero, y algo del segundo en tu argumentación, y me resulta imposible establecer el diálogo desde esas premisas.
No obstante lo he leido y estoy convencido de que algo he aprendido.
En cualquier caso, te agradezco tu participación, de verdad.
Lo cortés no quita lo valiente
ResponderEliminarRodiseño: Gracias por tu comentario
ResponderEliminarTambién habría otro punto, que no se si sería tontería por mi parte u otra alternativa para recaudar más para las pensiones. Y es sobre el avance tecnológico, como bien sabemos, este avance provoca cambios en los puestos de trabajo, en algunos casos reduciéndolos y en otros creando nuevos puestos. Principalmente sabemos que lo que provoca este avance es la merma en los puestos de trabajo debido a que una máquina puede realizar la labor de varios trabajadores. Lo que propongo es que las empresas que evolucionan con estos avances, que despiden a sus trabajadores y duplican o más sus beneficios aporten parte de dichos beneficios como los trabajadores aportamos en nuestras nóminas. De esta forma aumentamos el primer punto: El importe total recaudado. Lo que sería una opción más popular que la que se ha tomado.
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