miércoles, 9 de febrero de 2011

Podría haber sido un día bonito

Hoy había reunión de dirección en Informática.
Y yo tenía que presentar dos propuestas, una sobre la gestión de identidades y otra sobre su secuela, el famoso SSO (Single Sign On) o "pon sólo una vez tu contraseña"
Además había concertado la entrevista individual anual con mi jefe y ése siempre es un gran momento.
Al acabar el día tenía por delante una noche tranquila, con cena en Lyon, probablemente en algún restaurante del mercado (Les Halles), donde ponen ostras y otras exquisiteces de frutos del mar, y luego una cervecita en "Le Saint Louis" de la Rue Mercière, oyendo al dúo de la primera parte de la semana cantando clásicos del jazz.
Nada que preparar para el día siguiente, tarde noche de disfrute tras un día intenso pero interesante y positivo.
Pero Javier está en el Hospital y mi cabeza y mi corazón en las nubes, en medio de un mundo gris, tratando de encontrar un resquicio para entender lo que pasa y un camino para salir con fuerza y optimismo de este dolor que supone sentir a tu hijo sufriendo.
Y lo que me viene a la mente es el deseo de ver a Javier fuerte, de sentirlo con esa energía que siempre muestra y que le hará salir adelante de cualquier situación.
¡Vamos chiquitín! ¡cómete el mundo otra vez!

martes, 8 de febrero de 2011

Impotencia, miedo, tristeza

Estás a mil quinientos kilómetros de distancia y tu hijo de 23 años, todo energía y fuerza vital, entra en el hospital.
Y de repente nada tiene importancia.
Sientes miedo.
Sientes tristeza.
Y sobre todo, sientes impotencia.
¿o es más el miedo?
¿quizás la tristeza?
Quieres que pase el tiempo rápido, pero temes cualquier cambio.
Seguramente no es nada serio.
Pero es tu hijo.
y es tan importante ...
 
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