Cuando acudimos a un concierto para escuchar y ver a uno de nuestros cantantes favoritos, llega un momento del concierto, hacia la segunda parte del mismo, cuando faltan sólo unas pocas canciones, en el que podemos hacer una valoración del concierto. Ya sabemos si ha sido bueno o malo, si el artista ha logrado conectar con nuestra alma, si ha merecido la pena, si saldremos del concierto mejor de lo que hemos entrado.
El año que viene hay elecciones autonómicas y locales.
El equipo político que gobierna nuestro ayuntamiento ya ha interpretado la mayor parte de su repertorio. Y nosotros, con el programa que nos dieron a la entrada en la mano, podemos empezar a valorar la calidad de lo que nos han brindado.
Dentro de unos meses los partidos empezarán a preparar sus candidaturas y sus programas electorales para la siguiente legislatura.
Y poco antes de las elecciones empezarán a hacer balance y a lanzar todo su arsenal de marketing político, en el sentido positivo de la expresión, para convencernos de que su opción es la mejor para el período que se avecina. Nos pedirán que sancionemos el pasado y valoremos las expectativas de futuro.
Pero ahora, en este mismo instante, ya hay elementos suficientes para valorar la calidad del trabajo realizado, tanto por parte de los gobiernos, como por parte de la oposición.
La valoración final, la decisión del sentido de nuestro voto, la podemos tomar en el último momento. Pero el proceso de formación de dicha decisión, debería ser el resultado de una reflexión tranquila y bien fundamentada que debería empezar de modo intenso ahora.
Es este un momento muy importante en la vida democrática al que no siempre damos el valor que se merece.
Tomemos el programa electoral de cada partido y analicemos, a la vista de los resultados, cual es el grado de cumplimiento de los compromisos de cada uno.
Valoremos las dificultades encontradas que puedan justificar los incumplimientos.
Identifiquemos las oportunidades perdidas que hubieran podido mejorar los resultados.
Exijamos a los partidos y a los medios de comunicación que nos proporcionen la información necesaria para hacer nuestro análisis.
Hagamos este ejercicio ahora, cuando la lejanía de las elecciones nos proporciona el sosiego necesario para ver las cosas claras y sin las exageraciones propias de la campaña electoral.
Lleguemos a la campaña electoral con una posición informada de modo solvente, seamos dueños de nuestros razonamientos y por tanto soberanos.
La Jornada de Reflexión es AHORA
Quedais citados para realizar este ejercicio, en el ámbito de Leganés, aquí mismo, a partir de este instante y durante las próximas semanas.
jueves, 4 de febrero de 2010
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