El Tribunal Supremo de España está tramitando una denuncia contra el juez Garzón presentada por un grupo político procedente del régimen franquista, acusándole de haber cometido prevaricación al juzgar los crímenes del franquismo.
Al parecer podría haber argumentos jurídicos que avalarían la denuncia sobre la base de las leyes en vigor.
Como comenta hoy José María Ridao en El País, en este caso podría existir una contradicción entre lo legalmente correcto y lo moralmente correcto.
¿Es moralmente aceptable que un partido como Falange, protagonista principal del franquismo, contrario al ordenamiento jurídico actual de España, pueda utilizar esas leyes que rechaza para atacar a un juez que pretende juzgar el franquismo?
Baltasar Garzón es un juez especial.
Es el juez más famoso de España, y probablemente del mundo entero.
A él le gusta, al parecer, ser famoso, y lo promueve.
Existen muchas críticas por parte de sus compañeros, algunas, al parecer bien fundadas, respecto a sus métodos, y también respecto a la relación entre éstos y sus ambiciones.
Yo no tengo información ni conocimientos suficientes para juzgar sobre estas críticas, aunque todo lo que he leido sobre el tema me ha llevado a matizar mi admiración hacia él derivada de lo que a través de los medios de comunicación he conocido de sus hazañas judiciales, fraguada (mi admiración) sobre su lucha en pos de la justicia universal, tanto en España como en el plano internacional.
Tampoco es ésto lo más importante en el asunto que nos ocupa.
Independientemente de los argumentos jurídicos, rechazo frontalmente la posibilidad de que un juez que ha intentado hacer justicia en relación con los crímenes del franquismo, pueda resultar sancionado por ese intento.
En las acciones del franquismo durante sus cuarenta años de vigencia ha habido unos agresores, a los que me gustaría que se llamara por su nombre de delincuentes, y unas víctimas de sus agresiones, que tienen derecho a ser resarcidos. Muchas de esas víctimas no pueden defenderse porque los agresores les quitaron todo al arrebatarles la vida.
Que un juez trate de encontrar en los vericuetos de las leyes en vigor un camino para hacer justicia castigando a dichos agresores y resarciendo a las víctimas, me parece muy positivo.
Sería un disparate que la justicia en España acabara castigando al juez que trata de hacer justicia respondiendo a una iniciativa de los propios delincuentes a los que persigue, o de sus sucesores.
No sé cuál es la fórmula jurídicamente válida para evitar ese disparate.
Pero las instituciones españolas tienen la obligación de encontrar dicha fórmula y aplicarla para evitar una injusticia que, además de ser un disparate, puede dejarnos en ridículo ante la comunidad internacional para regocijo de los nostálgicos del franquismo.
Garzón, somos muchos, mayoría sin duda, los que estamos contigo en este asunto.
martes, 16 de febrero de 2010
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Hola Bernardo,
ResponderEliminarMe atrevo a comentar tu post con algunas ideas que me vienen a la mente, espero no te moleste.
Al igual que la ley de Memoria Historica, me parece que no se debe partir de una memoria selectiva, si se van a resarcir los errores pasado, me explico: por el mismo motivo deberiamos iniciar un proceso contra Hernan Cortes por el asesinato de indigenas en Mexico y Centroamerica, o contra los crimenes de la inquisicion.
O es que acaso aquellas victimas, son menos victimas o menos importantes ?
El segundo punto es el estado de la Justicia, creo que es del conocimiento comun que la Justicia en España no pasa por su mejor momento, los procesos judiciales tardan como nunca y los errores estan a la orden del dia, entonces como se explica que un Juez de la Audiencia Nacional, se dedique a investigar al Franquismo, como si le sobrara el tiempo, eso si con el dinero que tanta falta hace para modernizar la justicia.
El tercero y ultimo punto, es la publicidad, parece que es mas importante juzgar a Franco que encontrar el cuerpo de Marta del Castillo. Es mas importante acusar a la Infanteria Israelita que procesar a narcos o terroristas que quedan en libertad por errores en los procesos, o pederastas que reinciden en la vida actual, en la España de ahora en la que tu y yo vivimos.
No digo que la impunidad debe reinar, si hay crimenes se debe pagar por ello, pero no utilizar esos fantasmas solo para obtener fama y prestigio, sobre todo cuando mucha gente necesita que esos recursos se utilicen de la mejor manera.
Gracias por permitirme expresar mi opinion.
Gracias por tu opinión, (aquí iría tu nombre, pero no sé cómo te llamas)
ResponderEliminarEs respetable y razonable lo que dices.
El núcleo de mi artículo es que me parece inmoral que se pueda procesar a Garzón, e incluso llegar a suspenderle, por tratar de hacer justicia (a petición de parte, por cierto).
Otra cosa distinta es juzgar si lo que hacía Garzón en este asunto era oportuno o no, pero de ahí, a someterle a un proceso judicial, media un abismo.
Además pongo de relieve la incongruencia de que sean los que defienden aquella injusticia que Garzón quería investigar, los que consigan que condenen a éste. Es como una película de autor, en la que los malos ganan a los buenos. Y en este caso, somos muchos los que nos identificamos con Garzón y nos sentiríamos ofendidos por semejante injusticia.
Probablemente no sea el asunto más prioritario en estos momentos, pero creo que no se puede despachar una injusticia jamás juzgada con el pretexto de que no hay que remover el pasado. Para muchos, para todos los simpatizantes con el franquismo, se trata de un mensaje interesado y tramposo.
Entiendo que haya quien, como tú, sostenga de un modo razonado y, aparentemente, no interesado, que es inoportuno, aunque no lo comparto.