lunes, 24 de mayo de 2010

¿Recortamos gastos o subimos impuestos?

Desde Octubre de 2008 los españoles, como el resto de los ciudadanos mundo, estamos experimentando una crisis económica que ha causado un fuerte impacto en forma de desempleo.
El gobierno de España, como los de los demás países, ha aumentado sus gastos en este período para combatir la crisis con medidas alrededor de dos ejes:
  • ayudar a los que han perdido su puesto de trabajo
  • estimular la actividad económica
Al mismo tiempo, los ingresos de los estados han disminuído debido a la recesión.

En consecuencia, para financiar el incremento de gasto provocado por las medidas anticrisis los gobiernos han tenido que recurrir a sus reservas (superávit anterior en algunos casos) y a endeudarse incrementando sus déficit presupuestarios.

En el largo plazo esta situación no es sostenible salvo que se recurra a la emisión de dinero (comprar deuda el BCE, por ejemplo). Pero esa medida generaría inflación haciéndonos a todos más pobres y, además, en Europa sólo puede hacerse globalmente debido al Euro.

Descartada esta última medida, cuanto tiempo puede mantenerse la situación depende de la confianza de los mercados en los distintos paises.
El gobierno de España había apostado por reducir el déficit paulatinamente con el fín de hacer menos dura la salida de la crisis y relanzar la economía cuanto antes.
Sin embargo los movimientos financieros mundiales han obligado a toda Europa a acortar los plazos para sanear sus presupuestos, con lo que España, como todos sus socios del Euro en estos momentos, ha tenido que tomar medidas inmediatas para reducir su déficit.
En el caso de España, lo mínimo aceptabole por los mercados son 15.000 millones de euros (5.000 este año y 10.000 el próximo)
Se puede hacer de dos formas, reduciendo los gastos o aumentando los ingresos.
El gobierno descarta el aumento de ingresos por la vía de una subida de impuestos por el efecto negativo que tendría sobre el crecimiento.
Debido al volumen de la reducción necesaria, las partidas sobre las que se puede actuar son muy pocas, únicamente aquellas en las que se concentra el mayor gasto. De ellas, la principal es el salario de los funcionarios.
Teniendo en cuenta estos condicionantes, el gobierno de España ha hecho una propuesta pensando en repartir lo más equitativamente la carga, pidiendo solidaridad a los trabajadores del sector público que no se han visto afectados por la crisis hasta ahora.
Hay otros sectores que no han sufrido la crisis, o la han sufrido en menor medida, como las grandes y medias fortunas.
Pero las medidas que podrían hacer que estos otros ciudadanos contribuyeran también con su sacrificio no serían suficientes para evitar los otros sacrificios propuestos.
Desde mi postura ya expresada en este mismo blog, favorable al aumento de los impuestos en España, cuya presión fiscal es vergonzosamente inferior a la de casi todos nuestros socios europeos, creo que las medidas propuestas por el gobierno de Zapatero son las más adecuadas y están tomadas en el momento adecuado.
Si alguien tiene otras opciones realistas de conseguir la reducción del déficit necesaria mejorando la justicia social de las mismas, debe exponerlas para su discusión.
Pero ciriticar las medidas prpuestas y dificultar su aplicación al no apoyarlas sin presentar medidas alternativas realistas es irresponsable y demagógico.
Los ciudadanos debemos ser conscientes de ello y exigir a los partidos políticos responsabilidad en estos momentos difíciles.

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