Zapatero es una persona coherente, que ha demostrado a lo largo de su trayectoria que cumple lo que anuncia.
Es lo que se llama Normalidad.
En este momento, vuelve a actuar así, con normalidad,
desvelando sus intenciones con el proceso electoral autonómico y municipal suficientemente avanzado para que su anuncio no afecte a la acción del partido socialista en el mismo
y con el tiempo suficiente para la realización de un proceso democrático, de acuerdo con los estatutos y con los principios de la democracia, sin prisas y sin excesiva antelación que habría podido dar al período restante hasta las elecciones generales un toque de provisisonalidad.
Tampoco habrá grandes sorpresas en la acción del gobierno en este último año de legislatura.
Los objetivos están fijados: la recuperación del empleo en el menor plazo posible con un modelo económico sostenible.
Las claves tambíén: asegurar la base financiera del estado, promover los sectores económicos de futuro (nuevas tecnologías de la información y la telecomunicación, energías renovables, aerospacial, biotecnología, servicios de ayuda a la dependencia, etc.) y mantener la solidaridad con los que lo están pasando peor.
En definitiva, si hay una palabra que puede resumir todo este proceso alrededor del anuncio de Zapatero ésta es:
Normalidad
Algo fundamental en la actual situación.
Y ahora, a seguir trabajando para las elecciones autonómicas y municipales
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