No tengo datos que permitan establecer una relación de causa a efecto entre las medidas que el gobierno del PP en la comunidad de Madrid ha tomado en los últimos años y el gravísimo error cometido con Dalila y su hijo.
No voy a establecer por tanto esa relación.
Pero sí me parece necesario decir alto y claro que es verosímil llegar a ese tipo de situaciones con la actual política de la comunidad de Madrid en materia de gestión del personal sanitario.
No se puede gestionar al personal sanitario como al personal de una industria o un comercio.
No se pueden fijar objetivos de productividad para un servicio público tan sensible como ése.
No se puede jugar con la salud de los madrileños y visitantes por fundamentalismo ideológico (ése que proclama ciegamente que lo privado siempre es más eficaz que lo público sin pararse a pensar en cada caso concreto, pobres ignorantes)
Porque no quiero pensar que el motivo es puramente de beneficio económico personal de unos cuantos. No no quiero pensar éso, sería demasiado cruel y demasiado mezquino.
Y porque me parece verosímil que se puedan cometer fallos en la atención sanitaria porque la gestión del personal sanitario en base a la política del gobierno del PP en Madrid se basa en criterios económicos, reclamo que se cree una comisión de investigación en la Asamblea de Madrid para aclarar todos los extremos del gravísimo error que se ha cometido, con el fín de asegurarnos de que la política y la organización de la Sanidad en Madrid no propician estos fallos.
miércoles, 15 de julio de 2009
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Que forma más audaz de hacer política barata... Con tal de criticar todo vale... La Sanidad de Madrid funciona perfectamente... Basta de mentira... SOE de Madrid... Así os va que no os vota ni el tato, y cada día os votan menos gente.
ResponderEliminarNo había visto el comentario debido a las vacaciones, por eso respondo con algo de retraso:
ResponderEliminarLamento que consideres la crítica constructiva una forma de hacer política barata.
Yo podría pensar que, decir que la Sanidad de Madrid funciona perfectamente, más que audaz es temerario, pero sería caer en la calificación (o descalificación) no razonada, y con ello no se va a ninguna parte.
Digo, y sostengo, que la orientación de la política de gestión del personal sanitario en la Comunidad de Madrid, basada en incentivos por productividad, es mala para la calidad del servicio prestado porque incita a maximizar los aspectos económicos en detrimento de los asistenciales. Los aspectos económicos son cosa de los gestores, no del personal sanitario.
Éste es el debate que me interesa, lo otro, el uso de calificativos en lugar de argumentos, me parece estéril, aunque pueda servir para desahogarse.