Mi resumen en dos frases: un buen discurso sobre el proyecto del PSOE para la Sociedad pero nada sobre lo que tocaba, la reforma del PSOE. Y leyendo entre lìneas, respecto a esto último, percibo continuismo. No me gusta este proyecto.
Pero estaba lanzando su candidatura para dirigir el PSOE.
El debate actual entre una buena parte de la militancia es sobre el funcionamiento del partido, no sobre el proyecto del partido para la política nacional, autonómica o municipal.
En primer lugar porque sobre este último asunto las discrepancias son mínimas.
En segundo lugar porque el tiempo para este asunto es otro.
En tercer lugar porque una buena parte de la militancia piensa que el motivo principal por el que el PSOE ha perdido la confianza de la sociedad no es por lo que propone, sino por la falta de credibilidad al proponerlo, por la forma de proponerlo, porque los gestos, la forma, transmite tanta información como las palabras.
La inmensa mayoría del discurso del apreciado y admirado compañero Alfredo ha versado sobre el proyecto del PSOE para la Sociedad.
Sobre el funcionamiento del partido apenas ha dicho nada, algunas generalidades que todo el mundo comparte: democracia interna, participación, apertura a la sociedad, etc.
Pero sin concretar, ni el objetivo concreto, el alcance, de sus propuestas ni, sobre todo, cómo piensa hacerlo, qué cambios concretos en la organización o en los estatutos propone para conseguir esos objetivos.
Pero ha habido dos frases al principio de su discurso que me han resultado muy reveladoras. Son esas frases que transmiten, de forma inconsciente, el pensamiento profundo de quien las dice:
- "esto no es algo personal sobre quién es el líder, esto es una cuestión de equipo, cuál es el equipo porque se trata de una labor de equipo"
- "Quien no esté a favor de una salida de la crisis sin quiebra social no está conmigo"
La primera porque cuando habla de equipo no se refiere a la militancia, sino a los miembros del equipo directivo, a la Comisión Ejecutiva. Esa frase, al principio de su discurso, hace ver que, cuando dice más adelante que es importante la participación de la militancia, está relativizando, minimizando, los cambios profundos que muchos consideramos necesarios en la organización del partido para potenciar el trabajo de la militancia y su capacidad de decisión. Viene a decir que su modelo es el actual: unos dirigentes que, eso sí, trabajando en equipo, lo deciden todo entre congreso y congreso, dejando a la militancia como única misión decisoria la elección de los dirigentes, sin explicar siquiera si esa elección va a ser orgánica, como actualmente, o universal.
Es posible que mi interpretación no sea correcta, que Alfredo no se haya expresado bien o que yo no lo haya entendido correctamente. Pues bien, espero que lo aclare a lo largo de esta campaña, en la que ha dicho que iba a hablar mucho. Le escucharé atentamente por si tiene algo más que decir sobre el funcionamiento interno del partido.
La segunda frase es importante, desde mi punto de vista, por lo que trasluce más que por lo que dice. Viene a decir que lo relevante, en función de la postura de cada uno respecto a la forma de salir de la crisis es estar, o no estar con EL. Es una frase que destaca principalmente la personalidad del líder, sancionando la postura de los demás colocándolos o bien a su lado, o bien enfrente.
En definitiva, de estas dos frases deduzco que su postura respecto a la forma de funcionar del partido es el mantenimiento de la situación actual, con un liderazgo fuerte, muy personal y un equipo al lado del lider con mucho poder, quedando la militancia en un plano secundario. Todo ello para concentrarse en lo que para él es importante: el mensaje hacia el exterior.
Como yo pienso que ese mensaje hacia el exterior, sobre cuyo contenido estamos todos de acuerdo, no me cansaré de subrayarlo, no llegará correctamente a su destino si no cambiamos la forma de funcionar del partido, si la Sociedad no se lo cree porque no percibe la voz de las decenas de miles de militantes, sino la de una élite dirigente, de momento y con estos mimbres, no me convencen las ideas de Rubalcaba para el futuro del PSOE.
Quizás alguien piense que mi análisis está un poco cogido por los pelos, pero es que llevo un tiempo esperando con mucha expectación, valga la redundancia, lo que tienen que decir los candidatos sobre la reforma del partido y hoy, Rubalcaba, no ha dicho nada de forma explícita sobre ello.
No sé si Rubalcaba, con este proyecto, conseguirá el cargo de Secretario General del PSOE. Personalmente preferiría que no. Pero si lo logra, al día siguiente estaré en primera línea peleando por convencer a la sociedad de nuestro proyecto, porque en eso sí estamos muy cerca.
Por cierto, he echado de menos una frase en este mismo sentido por su parte, diciendo que si no gana trabajará al lado del nuevo Secretario General con toda la ilusión de la que ha presumido hoy.
Enhorabuena compi¡¡¡mejor no se puede explicar, nos vemos pronto¡¡¡
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