jueves, 25 de agosto de 2011

Las famosísimas y muy solicitadas Albóndigas de Bacalao de mi madre

Esta receta la aprendió mi madre de la suya, que a su vez la había aprendido de su madre. La verdad es que no sé a cuántas generaciones de Conchas se remonta.
El bacalao es un ingrediente muy apreciado y utilizado en la cocina levantina. Mi abuela era originaria de la comarca de Onteniente (Ontinyent)
Es un plato que se come con los dedos, en porciones individuales, lo que lo hace ideal para aperitivo, para comer en el campo y para preparar anticipadamente.

Ingredientes:
Dos tiras de bacalao salado sin espinas cortado en trozos, no llega a medio kilo (comprado, por ejemplo, en la casa del bacalao de la calle Tetuán de Madrid o en el mercado de San Antón)
Tres patatas grandes
La última vez que las hice (hoy) la proporción era de 550 gramos de bacalao y 750 gramos de patatas
Un huevo para la masa, otro para empanar y otro para rebozar antes de freír
Pan rallado
Perejil
Tres dientes de ajo
Pimentón dulce

Preparación:
Un día antes de preparar las albóndigas:
- Desalar el bacalao poniéndolo a remojo durante 24 horas y cambiando el agua al menos un par de veces.
El día de la preparación, preparamos la masa:
- Hervir el bacalao junto con las patatas hasta que las patatas estén hechas
- Se saca la patata y se pasa por el pasapurés
- Cuando se haya enfriado se añade un huevo y se mezcla
- Se desmigaja el bacalao, se añade a la patata con el huevo y se sigue mezclando
- En un papel de aluminio se prepara una cucharada de pimentón, perejil picado y dos o tres ajos picados
- se hace un nido en la masa y se pone en él la mezcla de especias
- Se pone aceite a calentar, cuando el aceite esta muy caliente, se vierte encima de las especias para que se sofrían sin quemarse
- se termina de mezclar bien todo

Luego vamos dando forma a las albóndigas:
- Necesitamos una superficie de trabajo grande (una mesa de comedor o una encimera de cocina amplia)
Sobre esta superficie colocamos en este orden los elementos siguientes:
- Un bol grande con la masa mezclada anteriormente
- Batimos un huevo en un segundo bol grande
- Sobre un trozo de papel de aluminio ponemos harina
- Sobre otro trozo de papel de aluminio ponemos pan rallado
- Preparamos una fuente con papel de aluminio rociado de harina para depositar las albóndigas antes de freirlas

A continuación vamos a ir preparando las albóndigas dándoles forma. Esta operación es más fácil si se hace en equipo (de dos personas)
- Tomamos una pequeña porción de masa (con las manos espolvoreadas de harina para que no se pegue demasiado) y le damos forma de croqueta.
- Rebozamos la albóndiga así formada en el huevo, la pasamos por la harina y finalmente por el pan rallado.
- Vamos depositando las albóndigas en la fuente preparada al efecto con cuidado de que no se peguen unas con otras.

El último paso consiste en freír las albóndigas:

- Preparamos una sartén con aceite caliente, pero no demasiado.
- Batimos un huevo en un plato hondo
- Rebozamos cada albóndiga en el huevo y la ponemos a freír
- Cuando esté frita la sacamos y la ponemos en una fuente sobre papel de cocina para que absorba el aceite.
- Cambiamos el aceite de vez en cuando porque se irá quemando con el pan rallado.

Ya tenemos las albóndigas de bacalao de mi madre, algunos las podrían consumir así, yo prefiero dejarlas enfriar.

Son ideales para llevar a una comida en el campo. Les pasa como a la paella, el cocido o los callos: están mas ricas al día siguiente.

En la nevera pueden aguantar una semana.




No hay comentarios:

Publicar un comentario

 
Google Analytics Alternative