Pero es que, además, como dice Justo Zambrano: "la equidad no sólo es moralmente mejor, también resulta más eficiente"
Para que haya verdadera libertad para todos, es preciso que todos tengan la oportunidad de ejercerla.
Y para conseguir ese objetivo debemos apoyarnos en dos principios:
- Protección de los desfavorecidos por la situación actual de la sociedad para que puedan superar su discriminación injusta.
- Capacitación de todos los indivíduos para que dispongan de los medios necesarios para desarrollar su potencial, disminuyendo así su necesidad de protección y haciéndoles más libres.
Soy Neoprogresista porque creo que para proteger y capacitar hay que invertir y habilitar recursos públicos: es decir, cobrar impuestos. Sin avergonzarse.
La crisis actual tiene su orígen en un aumento de la desigualdad en todo el mundo que ha provocado la acumulación de capital en manos de unos pocos y éstos, persiguiendo aumentar aún más su riqueza, han aumentado la producción de bienes creando una burbuja que al final ha estallado. El capitalismo ha vuelto a lo que solía: crear más oferta que demanda. Por todas partes sobra capacidad instalada para producir, y lo que falta es capacidad para comprar.
Soy Neoprogresista porque creo que una distribución más equitativa de la riqueza es la mejor receta para hacer que nuestra sociedad sea más eficaz y genere un incremento de la riqueza estable y duradero.
Porque creo en esos principios que podemos denominar "economía virtuosa", "recuperación verde" o "sociedad sostenible".
Y soy Neoprogresista porque creo en la necesidad de predicar estos principios sin complejos, sin avergonzarse, con coraje, porque, como también dicen Carlos Mulas y Luis Arroyo:
"Los progresistas tienen que demostrar que sus valores son capaces de producir las políticas más eficientes. Esto requiere coraje, y también asumir que las reformas que ganan el futuro no siempre satisfacen a todos en el presente."
(Ideas sugeridas, y en buena medida tomadas prestadas, de la lectura de sendos artículos de:
Pues sí: para tener servicios públicos hay que cobrar impuestos. Y luego distribuirlos bien, que esa parte está un poco más así.
ResponderEliminarPero se conseguirá :D
¿Y por qué consideras oportuno sumar el "neo" a la palabra "progresista", que de por sí creo que identifica perfectamente lo que defiendes?
ResponderEliminarSaludos, amigo.
Franesco, gracias por tu comentario.
ResponderEliminarEl nombre es lo de menos, lo importante son los principios y las ideas para ponerlos en acción.
Pero hace falta una renovación de la forma de transmitir nuestro mensaje, algo que llame la atención de la gente para que nos preste atención.
El prefijo "neo" no es más que un pequeño guiño formal en ese movimiento, pero nunca se sabe el efecto que tienen esos pequeños guiños en la ciencia de la comunicación.
Y me parece simpático, aunque no lo he inventado yo. Parece que se está imponiendo en ciertos círculos de "pensadores" que se reúnen por ahí.