Según "los Mercados" España tiene un problema de exceso de deuda y expresan dudas sobre su capacidad para pagarla en los plazos previstos.
Y consideran que para resolver ese problema "de confianza" el Gobierno de España debe reducir su déficit público inmediatamente a unos niveles del orden del 3%.
Pero la deuda pública española, aquella a la que debe hacer frente el estado, es una de las menores entre los países europeos, inferior en términos relativos (ya no digamos absolutos) a la de países como Alemania, Francia, Reino Unido e Italia. Esto hace que la cantidad de dinero, medida en porcentaje del PIB, que el estado español tiene que pagar cada año para hacer frente a su deuda es inferior a la de todos estos países.
En consecuencia, uno puede pensar que el estado español tiene mayor capacidad que dichos países para aumentar su deuda sin poner en riesgo su capacidad para devolverla
Entonces, ¿Dónde está el problema?
Al parecer, España en su conjunto, sumando el estado, las empresas privadas y los particulares, sí tiene un volumen de deuda superior al de dichos países. Es decir, el problema de excesivo endeudamiento en España reside en las empresas (más del 120% del PIB) y los particulares (90% del PIB) mientras que la deuda pública, la del estado, es del orden del 65% del PIB.
Lo que temen los mercados es que las empresas y los particulares no puedan hacer frente a sus deudas, aumente la morosidad, y caiga la actividad económica, con la consiguiente reducción de ingresos del estado por vía de los impuestos y aumento del gasto en caso de tener que ayudar a sectores importantes de la economía que se encuentren en situación crítica.
Pero su receta para resolver el problema es obligar al estado, no a las empresas ni a los particulares, a gastar menos para que ese estado pueda seguir pagando sus deudas.
¿No es esto un poco contradictorio?
Si el problema está en la economía privada, que al estar excesivamente endeudada corre el peligro de no poder mantener una actividad económica robusta que requiere inversiones, ¿No sería más lógico recomendar al estado que aumente su gasto para estimular la actividad económica, dado que tiene un nivel de deuda pública bajo? De este modo mejorarían las posibilidades de las empresas para devolver sus deudas puesto que generarían más ingresos al aumentar el crecimiento de la economía.
¿No nos están condenando los mercados a una crisis económica más larga y más profunda con sus recomendaciones?
América Latina, en su última gran crisis de hace años, puede dar testimonio de ese resultado.
Vayamos ahora al tema del empleo...
Casi mejor lo dejo para el próximo artículo.
Únicamente apuntaré dos cosas:
1. Estoy convencido de que no vamos a recuperar el empleo en los términos anteriores a la crisis
2. No creo que esto sea malo en sí mismo y debemos empezar a hablar de reducir la jornada laboral
viernes, 13 de mayo de 2011
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