Hace unos años, un grupo de personas, cuya cabeza visible acabó siendo Polanco, decidió fundar un periódico, El País, para ofrecer a los españoles un medio que difundiera la información, desde el sector privado, de un modo independiente.
Con los años aquello acabó convirtiéndose en el grupo Prisa, con presencia en todos los tipos de medios, prensa escrita (El País) radio (La SER), televisión, (Canal Plus), además de otros negocios editoriales.
Algunos de sus negocios eran rentables y otros deficitarios. Los beneficios de los primeros servían para pagar el coste de los segundos. Aunque se intentaba orientar a los deficitarios hacia modelos sostenibles, en algunos casos era imposible, pero eso no importaba siempre que se pudiera mantener el equilibrio económico en su conjunto.
La plataforma de televisión por satélite, comercializada mediante una cuota mensual pagada por sus espectadores, estaba llamada a ser uno de los negocios rentables del Grupo.
El canal CNN+ era uno de los negocios no rentables que debía ser subvencionado por las otras actividades del Grupo.
Se trataba de un canal de información independiente, de una calidad muy notable, con presencia en todo el mundo, emitida en la mencionada plataforma de modo permanente las 24 horas del día.
La Izquierda en España siempre se ha sentido cómoda con la información independiente y los gobiernos socialistas favorecieron sin duda el desarrollo del grupo Prisa.
Cuando llegó de nuevo la derecha al gobierno, con José María Aznar a la cabeza, consciente de la importancia del control de la información, se planteó el objetivo de lograr el mayor control posible de los medios de comunicación públicos y privados.
El estorbo principal para ellos era el grupo Prisa, que se convirtió en su enemigo principal, en la pieza a derribar.
Aznar maniobró para que el consejo de administración de Telefónica nombrara Consejero Delegado a su ex-compañero de pupitre, (escaso e indigno mérito para auparse a un puesto tan importante) Juan Villalonga.
Juan Villalonga creó, con el dinero de Telefónica, una plataforma de televisión de pago para competir con la del grupo Prisa, pese a que todos los analistas coincidían en la insuficiencia del mercado español para acoger a dos plataformas, que serían de ese modo inviables económicamente
En paralelo con esta operación, desde el entorno del partido de Aznar, se lanzó una campaña judicial para atacar al grupo Prisa, acusándole de estafar a sus clientes al hacerles pagar el descodificador aduciendo unas retorcidas interpretaciones contables.
El coste de estas dos operaciones de acoso por parte de Aznar al grupo Prisa fue muy elevado. Las acciones que éste tuvo que lanzar para defenderse le obligaron a endeudarse peligrosamente.
Ya vimos en qué quedó la plataforma de televisión de pago de Telefónica, fusionada con la del grupo Prisa confirmando la opinión de los expertos.
Pero el coste para el grupo empresarial capitaneado por Polanco había sido excesivo y su aventura en solitario estaba herida de muerte.
El desenlace final, que su fundador, Polanco, no ha podido conocer al fallecer anteriormente, es conocido por todos: El grupo Prisa, agobiado por su excesiva deuda, agravada por un entorno de crisis económica, ha cedido su plataforma de TV en abierto a Telecinco y ha cedido el control del resto de sus actividades a un grupo inversor norteamericano. Los que representaban la herencia de aquel grupo de personas capitaneadas por Polanco que quisieron crear un grupo de medios de información independiente en España ya no controlan la gestión del entramado empresarial que crearon.
Y la decisión más reciente de los actuales gestores del grupo Prisa ha sido el cierre, por falta de rentabilidad, del canal de información independiente de calidad CNN+
Todo un símbolo de los tiempos que corren, en los que se exacerban los fundamentos puramente económicos de la acción social por encima de valores como Libertad, Justicia e Igualdad.
El mecenas de la información independiente, Polanco, ha sido finalmente derrotado por el principal enemigo de dicha información independiente, José María Aznar, que se ha convertido así en el verdugo de la Información.
Lo paradójico del asunto es que el desenlace se haya producido cuando los dos han pasado ya a mejor vida, uno por fallecimiento y el otro por jubilación de oro.
miércoles, 29 de diciembre de 2010
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