domingo, 6 de junio de 2010

El paro en España

El paro ha aumentado en el último año en España en una proporción muy superior al descenso del PIB.
La consecuencia aritmética positiva es que ha aumentado la productividad.
Pero en la calle no se aprecia un estado de excepción como cabría esperar de un procentaje del paro entorno al 20%
¿Por qué?

Quizás España esté por delante del resto de paises desarrollados en la búsqueda de un instrumento distinto del empleo para repartir la riqueza.
Puede ser la red económica que teje la familia en España, diferente de muchos de nuestros vecinos.
Probablemente la protección social en forma de subsidio de desempleo, incluyendo las prórrogas excepcionales aprobadas durante la última crisis, así como la renta de inserción social aporte también su granito de arena.
Sin duda la economía sumergida oculta también a muchos trabajadores activos que figuran oficialmente como desempleados.
Echo de menos un estudio sociológico serio y profundo sobre este asunto.
Porque en muchos paises de nuestro entorno se considera que un porcentaje de desempleo como el nuestro debería provocar más problemas de estabilidad social, incluyendo revueltas, de los que se aprecian en España. En realidad, desde el punto de vista de la situación social, no se percibe en España una situación diferente de la de nuestros vecinos europeos con una tasa de parados muy inferior, ya sea Francia, Italia, Inglaterra o Alemania, por hablar de los más grandes.
Hace ya mucho tiempo que llevo avisando de la necesidad de cambiar el modelo de reparto de la riqueza porque ya no se necesita tanta mano de obra como antes para producirla y eso debería traducirse en una disminución del tiempo de trabajo.
Creo que la situación de España no es coyuntural sino estructural y con visos de permanencia, incluso de agudización.
El problema es que la disminución del tiempo de trabajo se ha realizado por la vía de aumentar el número de desempleados, en lugar de reducir la duración de la jornada laboral de modo general.
Y eso es injusto, para los parados por la pérdida de perspectiva de futuro estable y para los activos por la obligación de trabajar un número de horas que hoy es excesivo.
Creo que el mundo entero tendrá que realizar este mismo ajuste antes o después.
Los socialistas franceses lo vieron hace años y lanzaron su propuesta de reducción del tiempo de trabajo con la jornada de 35 horas semanales. Su problema, fué que lo hicieron de modo unilateral y su visión de pioneros no fué seguida por el resto.
Pero es ineluctable y todos acabarán aceptándolo.
Lo lamentable es que tenga que ser por obligación.
El hombre a veces es verdaderamente torpe y estúpido.

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